¿CUÁLES SON TUS ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA?

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Así como el náufrago se propone avanzar a pesar de los obstáculos de una isla desierta, para sobrevivir en los negocios es necesaria la inspiración de un líder que genera impacto. Ana Roitberg, moderadora de BenchClub Rosario, nos habla de supervivencia.

Con el Covid nació un paradigma distinto al que vivimos hasta ahora. Tuvimos que deconstruir parámetros y métodos para sobrevivir la pandemia. Si bien ya prácticamente la hemos superado, reaparecen las crisis, tanto en nuestro país como en el mundo entero.

¿Hacia dónde se dirige tu negocio? La incertidumbre en la salud y la economía provoca estrés, el contexto dudoso es una carga que llevamos en la balsa al navegar y queremos reducir el peso. Para avanzar ágil te proponemos lanzar al mar todo el peso y unirnos al nuevo paradigma, mucho más livianos.

El jefe es la fuente de conocimiento

La cultura y el liderazgo son clave para construir valores que priorizan la transparencia: comunicar al equipo todo lo necesario para “reducir el estrés”. “Toda decisión, aunque sea algo que no nos beneficie, tranquiliza mucho.” 

Falsas esperanzas

Muchos esperan progresos que no van a suceder. La honestidad de las empresas frente a las posibilidades y oportunidades, habilita a las personas la toma de decisión real. Si no hay información transparente, los demás completan con ideas o expectativas.

El líder autoritario

Sentir lo que el otro siente es imposible, pero ponerse en sus zapatos para encontrar nuevas formas de caminar sí.  La conversación es una herramienta para aprender del otro, construir inteligencia y pulir decisiones.

Para llegar más lejos ampliando tu influencia, hay que conocer y entender los modelos propios, pero también, desarrollar el hábito de comprender a los demás. Un buen líder inspira a sus colaboradores, los impulsa a mejorar su calidad y procesos, en lugar de utilizarlos como brazos ejecutores.

Micromanagement de las tareas

Idealizar grandes planes, pensar paso por paso, aprobar y ejecutar, forman parte de otra época. La planificación de objetivos a largo plazo demanda tiempo y esfuerzo con alta probabilidad de recibir modificaciones antes de concretar. Si diagramamos un plan a tres años que requiere dos meses de trabajo y luego se desmorona, perdimos el objetivo y los dos meses. Hoy reina la incertidumbre.

Para correr con ventaja en el nuevo paradigma hay que planear pequeño, hacer y que te vean haciendo. El mindset tiene que ser ágil, las pequeñas metas pueden parecer de poco impacto, pero juntas suman gran valor, porque  permiten mayor flexibilidad.

Hacer ‘carrera’ en una empresa

Aguantar 2 años en un puesto para lograr la categoría semi-senior y luego, aspirar a gerente, no existe más. Las personas buscan oportunidades de crecimiento objetivas. No importa el puesto que ocupa o cuánta antigüedad tiene en la empresa.

Un comité de desempeño

Tener un comité que evalúe una vez al año el desempeño de colaboradores es obsoleto. Cuando alguien tiene ‘uña de guitarrero’, hay que darle cuerda, es decir, nuevos desafíos para crecer como profesional y hacer crecer a la organización. El nombre de su cargo (‘jefe’, ’gerente’,  ‘coordinador’) resulta indiferente. A esta altura, queda claro quiénes serán los líderes que en aguas turbias nos van a ayudar a remar.

El desafío actual de los negocios es comprender que la remuneración tiene que ser acorde al impacto que las personas generan y no al puesto jerárquico que ocupan, considerando el potencial de seguir aumentando la influencia al ritmo del crecimiento.

El más fuerte sobrevive.

El verdadero sobreviviente es quien logra lanzar de la balsa todo lo que no sirve más, avanza liviano, ágil, se adapta al contexto para adecuar la empresa al nuevo ambiente.

Sumate a la ola de la mejora continua con #Nersomosuno, negocios colaborativos con líderes que entienden que el crecimiento se logra en conjunto.

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