¿Pensaste en sinergias internacionales?

Así como visitar otras culturas amplía nuestro pensamiento, conocer las experiencias de distintas industrias en otros países activa la innovación Cruzar límites con sinergias internacionales es trascender. Te invitamos a descubrir cómo se nutren e innovan los demás.
La innovación nace de la interacción, de la relación entre personas, empresas, instituciones y organizaciones. Mientras más diversas sean las partes, mayor es la garantía de conseguir ideas reales y tangibles. Entre ellas, nuevos productos, servicios, mejoras en procesos y competitividad.
Gracias a internet y la globalización, lo que frena el intercambio es nuestra mentalidad. Ya dejó de serlo la distancia, el tiempo, el horario o el idioma. Para formar parte del juego del crecimiento y ejercer un papel significativo, cruzar límites depende de transformar nuestra manera de pensar hacia una visión futurista, holística y flexible.
Instituciones como el Conicet amplían sus capacidades tecnológicas y de conocimiento formando relaciones estratégicas con casi todos los países, lo que fomentan varias industrias argentinas. Por ejemplo, la agricultura y la bioenergía, que desarrollan iniciativas innovadoras para mitigar problemas globales como el cambio climático o el aumento de la demanda energética. Los efectos e influencias de otros países son fundamentales para incrementar el bienestar de los mercados y del ser humano.
Otra empresa que cruza los límites geográficos dentro del sector alimenticio es Molinos. Hace un par de años lanzó junto a IAE, escuela argentina de negocios, un concurso que premiaba las ideas con un viaje a Silicon Valley en California, la capital mundial de la innovación e inspiración.
Entonces, para abrir la puerta de tu mente y trascender…
Lo más interesante es explorar cómo se construye la cooperación inter-empresarial, para hacer armonioso y eficiente tu desempeño internacional:
Mantener una visión holística y futurista
Una de las claves es potenciar la relación colaborativa a través de un plan de actuación conjunta en el mercado.
Un ejemplo, es la relación colaborativa que construyeron Wal-Mart y Procter & Gamble, que comenzaron con tensión y conflicto, pero luego, a lo largo del diálogo y la interacción, alcanzaron prácticas virtuosas que hoy se reflejan en eficiencia operativa. Menos dinero paralizado, ahorro en espacio requerido para inventarios, optimización de costos, mejor servicio al cliente y reducción de los tiempos de cobro.
A medida que se construye una relación de confianza y compromiso, la rentabilidad y competitividad crecen como un río que desemboca en habilidades distintivas e innovación entre los integrantes de la red.
Otro ejemplo es el de Coca-Cola Company junto a Nestlé, que se unieron para producir y comercializar bebidas embotelladas y enlatadas a base de café, té y chocolate en un segmento de bebidas emergentes. Mientras Nestlé contribuía con recursos estratégicos como sus tecnologías y el know-how, Coca-Cola aportaba su infraestructura, capacidad de producción y distribución operando en múltiples países. Aunque luego la relación siguió por otros caminos, aquella colaboración permitió impulsar el crecimiento de ese mercado novedoso.
El capital intelectual compartido
Cuando hay un propósito en común, los integrantes de la red están dispuestos a contribuir con sus conocimientos y prácticas para alcanzarlo. Estas alianzas también llevan a invertir en el desarrollo de talento humano y capacidades organizacionales, que construyen una ventaja competitiva para toda la red.
Trascender los límites, y no solo geográficos, es posible a través de la colaboración, la interacción, las alianzas estratégicas y las sinergias. Para formar parte de una poderosa red de contactos, te invitamos a sumarte a #NeRsomosUno.
