Hacer las cosas bien, Familia Anabel

Ariel Muccilli
Familia Anabel nació en 1977 como una pequeña panadería de barrio. Gracias a su gran espíritu de superación sigue sorprendiendo a su gran clientela
Ariel Muccilli es uno de los dueños gerentes de Familia Anabel, empresa que logró superar desafíos típicos de los negocios familiares que se hacen enormes. Exitosamente a cargo de la segunda generación, afirma que todos comparten un carácter vanguardista y una obsesiva necesidad de “hacer las cosas bien”. Nos cuenta las claves y nos da algunos consejos.
Uno de los principales retos en este tipo de organizaciones es lograr delegar responsabilidades. Los organigramas de empresas familiares pueden planificarse, pero muchas veces todo el control acaba pasando por una misma persona, la cual con seguridad termina colapsando. Una de las mejores decisiones tomadas fue formar equipos de trabajo ágiles y colaborativos. Grupos de personas en las que pueden confiar para crear, llevar adelante, equivocarse y corregirse.
¿Cómo se logra delegar?
“Antes todo pasaba por mí, necesitaba informes, mails, reportes… Hoy por suerte pude desprenderme, sin embargo fue difícil. Empecé con cursos livianos sobre ‘aprender a delegar’ y ‘organización del tiempo’, parecían cosas chicas, pero sumaron un montón”.
Ariel nos cuenta que el gran cambio se dió cuando se recibió de coach ontológico y logró romper creencias anteriores que lo frenaban a la hora de confiar y rodearse de colaboradores. De a poco, empezó a forjar nuevas formas de trabajo. También gestionó un negocio propio fuera de Anabel que le demostró que empezar de cero y tener éxito, a través de otros caminos, es posible.
Consejos
Lo más importante es conocer las propias capacidades: ¿qué sé y qué no sé? ¿En qué soy bueno y en qué no? Con esto resolvemos qué vamos a potenciar y explotar en nosotros mismos.
“La mayoría de los emprendedores se obsesiona con perfeccionar lo que ‘tiene flojito’. La verdad, eso es una pérdida de tiempo. Es mejor encontrar colaboradores que nos puedan ayudar en esos terrenos, y nosotros, conocer lo justo y necesario.
Dediquémonos a potenciar y seguir aprendiendo sobre lo que somos buenos, en lo que destacamos, porque eso es lo que vamos a explotar. Siempre hay gente al lado que te va a brindar la ayuda, hoy eso es fundamental”.
De hecho, el segundo consejo que nos da es mantener una mentalidad positiva y rodearnos de personas que están donde queremos estar.
“Para hacer negocios tenés que conocer de negocios, estar con gente de negocios, leer revistas de negocios, involucrarte bien… que de todo vas a aprender”.
De todo vas a aprender
“Cuando Familia Anabel empezó con el catering para eventos, yo iba a todas las charlas y capacitaciones. A pesar de que entendía una pequeña porción, de todas rescataba alguna enseñanza. Por ejemplo, en una convención médica comentaban que los lunes solían colapsar las asistencias médicas de pacientes con gastritis debido a todo lo que comían el fin de semana… ¿Qué aprendí? Los lunes debíamos ofrecer ensalada, tarta, comida livianita porque la gente quiere empezar la semana light. Lo aplicamos en la rotisería de inmediato”.
Más beneficios que el gerente general
Ariel nos contó una anécdota divertida que demuestra cómo conocer a las personas con las que trabajás, te permite trabajar más cómodo y ofrecer un mejor servicio.
“Recuerdo un evento que realizó una importante empresa de telecomunicaciones para presentar a su nuevo gerente general de Argentina. Estábamos a cargo del catering, de hecho, Familia Anabel era proveedor oficial de esta compañía, por lo que ese día llegué al edificio de siempre, toqué dos bocinas, saludé al guardia con una broma sobre fútbol, estacioné y subí a la presentación. Luego del evento, se me acercó este gerente general curioso para saber ¿quién era yo? Le conté que era el encargado del catering. Asombradísimo me respondió: ‘¡no puedo creer! ¿Cómo hiciste? ¡Te ví en la entrada!, a mi me tuvieron 20 minutos porque tuve que dejarles mis datos y ni siquiera tenía asignada una cochera”.
Las relaciones son fundamentales. El aprendizaje colectivo a través de las experiencias de otros genera una mejora constante y esa, es la manera de hacer las cosas bien. Muchas veces, con una buena red de contactos podemos conseguir más beneficios que con títulos o estudios.
Actualmente, Ariel mentorea al equipo de dueños gerentes de Bench Club Rosario, un grupo heterogéneo que se reúne con la intención de ayudarse y ser un punto de consultoría constante. Si querés conocer más de redes colaborativas seguí pendiente de #NerSomosUno.
