El camino corto para ganar experiencia 

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Todas las empresas pueden beneficiarse con el mentoring, un método basado en la inteligencia conversacional y relacional. Te contamos de qué se trata 

La gran mayoría de las habilidades y los conocimientos necesarios para brillar en tu rol se adquieren con la experiencia, los errores, la exposición a situaciones difíciles o de tensión. El mentoring propone un atajo en este largo camino asignando a una persona que hará de guía. 

Es frecuente que figuras de gran éxito tengan mentores a lo largo de sus vidas, se trata de una manera muy conveniente de adquirir habilidades, fomentar competencias blandas, aprender una cultura organizacional  o capacitarse para un cargo determinado. Además, esta herramienta sirve a los trabajadores para desarrollar su solidez profesional.

Para empezar, aclaramos la diferencia entre mentoring y coaching. Este último, busca ayudar a las persona a cumplir cierto objetivo mediante el uso de sus propias habilidades y recursos; en cambio el primero, alude al desarrollo o adquisición de cierta competencia, gracias a la guía y los consejos de alguien con gran experiencia y conocimiento en ese campo.  

Mentor y aprendiz

El asesorado recurre a su maestro para consultar sobre temas profesionales, organizacionales e incluso personales, lo toma como un modelo de rol y deposita respeto y confianza en él. 

Mentor y aprendiz establecen una relación a largo plazo en la que ambos se van a beneficiar al superar desafíos, resolver situaciones y conocerse en cada contexto y área de influencia.   

A pesar de que los mentoreos surgen de manera informal en las empresas, muchas comienzan a institucionalizar su práctica. 

Situaciones en las que usar el mentoreo sería excelente para tu empresa

  • Aprender la cultura organizacional

Cuando una persona ingresa a la empresa, podés asignar a un colaborador del mismo nivel jerárquico para acompañarlo en el proceso. La intención es que el mentor guíe y aconseje a su aprendiz para reducir la curva de aprendizaje.

  • Acelerar la adquisición de habilidades 

Existen habilidades que se adquieren con la práctica y la exposición a circunstancias puntuales, por ejemplo las ventas o el liderazgo. Los mentores enseñan a sus aprendices y los acompañan en situaciones que demandan cierto grado de desarrollo emocional, como reuniones o presentaciones con clientes, hasta que consiguen la confianza y el conocimiento necesarios para desenvolverse por sí mismos.    

  • Cerrar brechas generacionales

El mentoring ayuda a afianzar la relación entre los grupos etarios que conviven en la empresa (reverse mentoring). En esta modalidad, el aprendiz en otro ámbito, toma  el rol de mentor. A través de la interacción, comprenden lo que sucede en cada contexto. Por ejemplo, las nuevas generaciones pueden instruir a las anteriores en cuanto al manejo de nuevas tecnologías para contactar clientes. Esta práctica fomenta relaciones fluidas y amenas.  La opción está disponible, estudiada y comprobada. 

¿Buscás nutrir de valor a tu empresa? ¿Querés retener a los talentos que te rodean?

El mentoring enriquece el capital humano y es un gran aliado a la hora de gestionar los recursos humanos. Para conocer otras formas de acelerar el crecimiento en los negocios te invitamos a leer esta nota

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