A muchos de nosotros nos apasiona lo que hacemos, sentimos ganas de expresarnos, compartir acerca de nuestro negocio y nuestras experiencias. Pero en esta nota no apuntamos a dar un buen speech, sino a entender el arte del networking, el arte de conversar. Un ida y vuelta que involucra al otro desde un enfoque más profundo, y con el objetivo de “intercambiar” para llegar a nuevos puertos.
Cuando iniciamos una conversación mostramos quienes somos, generamos un compromiso y atribuimos una identidad ¿Cómo das el primer paso? preguntás ¿cómo está el clima? o ¿a qué te dedicás? Entre estas dos preguntas hay un abismo. La primera es un tema que todos tenemos en común y probablemente no generes intriga, la segunda es demasiado formal.
Qué preguntar es una buena pregunta
Las preguntas trazan el camino de la conversación. Es importante tener ideas claras para empezar. Podés usar alguna noticia de último momento o un viaje interesante, aunque lo más importante es ser espontáneo. Por ejemplo: escuché hablar de tu negocio… el orador me recuerda al conductor… escuchaste el podcast… Si hay un buen gancho, la charla atrapa y te notarás conversando sin esfuerzo por largas horas.
Conversar nos permite exponer nuestro punto de vista y conocer el del otro, encontrar las diferencias de las que pueden surgir aprendizajes. Escuchar abiertos, de manera activa, presente, perceptiva, desde la contemplación y la humildad es clave para que el enfoque de la otra persona sea nutritivo para tu visión. No se trata de tomar una postura de aceptación, sino comprender las inquietudes que acercan a la otra cara de la moneda.
El momento incómodo
El juicio y las etiquetas son una interferencia que puede generar ruido en el mensaje, te recomendamos dejarlas de lado mientras practiques el arte de conversar. Porque este arte puede ser picante, dulce, salado, agrio, agridulce, crocante o ácido, y hay que estar dispuestos a dejarse llevar por el sabor de cada palabra y de cada idea.
La autenticidad de nuestras conversaciones, la transparencia y el respeto se verán reflejados en el vínculo.
Cuando el arte de conversar dentro del ámbito del networking es efectivo, el vínculo entre visionarios y ejecutivos es duradero. Todo lo que sucede en tu negocio, así como en el de tus compañeros, cuenta con un codo a codo, la mano de un colega o de un amigo de confianza.
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