¿Alguna vez te preguntaste cómo puede ser que Linkedin te sugiera el contacto que estabas buscando? Gracias al algoritmo: los números, las estadísticas y las proyecciones que son aliadas de los negocios. Pero, ¿serán capaces de sorprendernos?
El algoritmo es como Sherlock Holmes de internet, su inteligencia, poder de observación y razonamiento deductivo sigue tus pasos, rastrea tus acciones en la nube y recolecta “evidencias”, que luego, quedarán registradas para deleitarte con el 99% de coincidencia en todos tus gustos.
Así como Dr Watson, nosotros también aprendemos de Sherlock. Descubrimos que su astucia nos permite revelar información a nuestro favor, como: ¿cuántas personas asistieron a mi evento? o ¿Qué tipo de mejora le vendría bien a mi producto? También permite modelar nuestros pasos para llegar a los puertos que buscamos.
Elemental, mi querido Watson
Las personas con quienes te relacionas, los vínculos que generas, tus comentarios y likes son pistas, que sirven para hacer la sugerencia correcta. Sin embargo, despistar a Sherlock resulta complicado.
Cuando se trata de generar nuevos aliados de negocios con experiencias diferentes que nutran las nuestras, resulta difícil para el algoritmo. El sistema se basa en datos que pueden asombrarnos con coincidencias, pero hay carencia de sorpresa a la hora de sacarnos de la zona de confort.
Por ejemplo, si sos economista, lees portales de finanzas y estás actualizado políticamente, ¿qué probabilidades tenés de conocer un chef, que justo trabaje en los eventos de la empresa que hace tiempo querés contactar? ¿Existe la posibilidad de conectar con el gerente de una consultora de ingeniería, de la que podés aprender el manejo perfeccionista de gestión administrativa? o ¿Aparecería la oportunidad de conversar con un coach empresarial que realiza una comunicación superadora con sus clientes?
Muchas veces el algoritmo presenta lo que buscamos, pero otras resulta limitante.
Tener todo al alcance de nuestra mano con un simple dispositivo tecnológico, una brújula, capaz de brindarnos información, hacer una llamada y organizar una agenda, suena muy tentador. Pero le quita la importancia que se merece a cada acción, sobre todo cuando se trata de “relaciones humanas”. Es necesario elaborar una búsqueda en la vida real, a nuestro alrededor y fuera de nuestro contexto.
Podés googlear experiencias reales y casos de éxito, pero vivirlos te acercan el tacto, el aroma y la adrenalina que marca un aprendizaje único y un resultado potente. Entonces, ¿cómo es el algoritmo de tus contactos?
En #NerSomosUno te invitamos a apagar el celular unos instantes y conectarte con una red colaborativa para marcar hitos reales, vividos, intercambiados, conversados. Con risas y café, con discusiones profundas que te llevan a territorios inexplorados.
