por Eugenio Picazo y Rosario Villarraza Crespo, socios en ISOPLUS
Podemos afirmar que el futuro está aquí. Es incierto y no va a ser fácil, sin embargo, nos depara infinitas posibilidades ¿Cómo vamos a navegarlo? ¿Nos aferramos a las ‘recetas de éxito’? ¿Reinventarnos por completo?
Eugenio Picazo y Rosario Villarraza Crespo, socios en ISOPLUS, nos comparten sus reflexiones y la receta para la reinvención. Por supuesto, las respuestas son diferentes para cada caso.
¿Qué hacer mientras el mundo está en pausa?
¿Qué adaptaciones tuvimos que hacer? ¿Hubo alguna incorporación que queremos extender en el tiempo? ¿Seguimos en contacto con nuestros clientes? ¿Cómo sería un Ubber de lo que hacemos? ¿Hay algo más que acompañe nuestro producto, o más bien, la experiencia de nuestro cliente?
Con seguridad alguna de estas preguntas te resuena, o quizás tengas las tuyas propias, genuinas y profundas. Lo que necesitamos ahora es hacernos cargo y decidir hacia dónde vamos.
No vamos a entrar en el ‘cliché’ de “crisis significa oportunidad”, pero si buscamos, vamos a encontrar infinidad de empresas líderes que nacieron en épocas de crisis ¿Será coincidencia, o es que la crisis los empoderó de forma única? ¿Será que la necesidad les permitió enfocarse y aliarse?
Procter & Gamble: Don Procter fabricaba velas, su cuñado Gamble jabones
Ante una gran crisis que duró alrededor de 6 años en 1830, Procter y Gamble decidieron unirse con la intención de fabricar productos de limpieza para el hogar. Hoy conforman una de las empresas más grandes del mundo. Si bien el final feliz depende de otros factores, queda demostrado cómo la creatividad aflora indefectiblemente cuando salimos de la zona de confort.
Si prestamos atención un poco más cerca, podemos ver cómo SONDER está confeccionando barbijos y LILIANA máscaras. El BANCO DE ALIMENTOS cambió rotundamente su forma de trabajo para unirse a otras organizaciones, esta sinergia logró aumentar el número de raciones diarias entregadas de 80.000 a 500.000.
¿Dónde está la clave?
La clave está en entender que nuestro propósito excede a nuestro negocio, y que juntos somos capaces de hacer más y mejor.
5 simples pasos para alinear toda tu organización detrás de un mismo objetivo: reinventarnos
1. DEFINAMOS EL NORTE
Identifiquemos un aspecto que queremos cambiar. Algo palpable, medible, concreto.
¿Qué nos mueve? ¿Qué buscamos? ¿Sobrevivir? ¿Crecer? ¿Cambiar? ¿Evolucionar? ¿Cuál es el desafío que se interpone entre nuestra misión y nuestra visión?
2. Hagámoslo RELEVANTE
La Teoría de Objetivos SMART le asigna a la letra R el significado de “realista”. Nosotros decidimos cambiarlo por “relevante”. Esta palabra significa “realzar, elevar” y es precisamente lo que estamos buscando.
¿Qué estamos persiguiendo? ¿Es un aspecto “relevante” para desarrollar?
Rogelio, parte del equipo de ISOPLUS, propuso este ejercicio: así como nos preguntamos los 5 porqués para llegar a la raíz de un tema, si lo que buscamos es apuntar alto (escalar nuestro árbol de objetivos), deberíamos preguntarnos los 5 paraqués:
- ¿Para qué quiero alcanzar este objetivo? Para que ingrese más dinero
- ¿Para qué quiero que ingrese más dinero? Para invertir en una nueva oficina
- ¿Para qué quiero una nueva oficina? Para trabajar mejor, estar más cómodos, colaborar mejor
- ¿Para qué quiero colaborar mejor? Para ofrecer creatividad e innovación (que es nuestra fortaleza o propósito)
- ¿Para qué ofrezco creatividad e innovación? Para cumplir mi propósito
El resultado debe reflejar al menos un aspecto de nuestra VISIÓN. De no ser así, tal vez no sea el objetivo más relevante y sea recomendable volver a comenzar, revisar expectativas y prioridades.
3. Que sea ALCANZABLE
En este momento descubrimos que no estamos solos. Conseguir un objetivo relevante no es tarea de una sola persona (por más enfocada y persistente que sea). Siempre habrá aliados, vínculos estratégicos, negociaciones y acuerdos que nos ayuden a alcanzarlo.
Los invito a detectar cuáles o quiénes son estos aspectos estratégicos de los que dependen:
- ¿Son mis colaboradores? ¿Qué tanto conocen la visión y los objetivos de la empresa?
- ¿Son mis clientes o proveedores? ¿Están dispuestos a acompañarme en esta transición? ¿Cómo puedo ayudarlos?
- ¿Hay una demanda para mi oferta? ¿Dónde está? ¿Cómo llego a ellos? ¿Son canales que tengo disponibles? ¿Quién puede ayudarme? ¿Qué necesito aprender?
Es momento de tender líneas, no somos los únicos viendo al mundo con nuevos ojos. Del otro lado hay gran cantidad de personas y organizaciones dispuestas a trabajar con nosotros.
Nuestra responsabilidad es:
- Verlos
- Reconocer su valor
- Comunicar nuestro propósito
- Buscar aliados significativos (en el juego infinito).
Lo que estamos proponiendo trasciende las crisis, es re-cablear los circuitos de la tierra, del mercado, del sistema.
4. y 5. Que sea MEDIBLE en VALOR y en PLAZOS temporales
Cuando no se puede medir, no se puede mejorar. Entonces, vamos a trazar expectativas y las vamos a medir con variables de referencia que sean relevantes.
Si seguimos la lógica de los 5 paraqués, podremos ver cómo el trabajo colaborativo y la posibilidad de ser creativos e innovadores es prioridad ante el dinero que ingrese, sin importar el plan a seguir (hemos aprendido con la COVID que ni siquiera mantener la oficina es TAN importante).
Abracemos la idea de que estamos parados sobre nuestra identidad y aspiramos llegar a un propósito. Nuestros objetivos constituyen la escalera que nos irá llevando. La claridad con la que definimos estos objetivos va a ser determinante a la hora de compartirlos, ordenar a nuestros colaboradores, encontrar alianzas estratégicas e incluso realizar ajustes o mejoras sobre la marcha.
Tenés mejores probabilidades cuando te rodeas de las personas correctas. Te invitamos a ser parte de #NuestraRed para generar contactos valiosos.
